Nuestro cuerpo está formado por un 70% de agua.
Teniendo esto en cuenta, es lógico que el consumo de agua saludable es clave para tener un buen estado de salud.
No solamente la calidad del agua que bebemos es importante, también el agua con la que cocinamos, lavamos los alimentos, preparamos infusiones (mate, té, café), etc.
El agua de grifo, si bien es considerada agua potable, tiene cloro y otras impurezas, las cuales en el consumo prolongado son perjudiciales para la salud.
Un purificador de agua, además de permitirnos ahorrar dinero y ganar en comodidad, tiene amplios beneficios para la salud.